Yo como donante de sangre
La historia viene de los años de Universidad, la primera vez que fui, en la UIB.
Corría el año 2001, y paseando por los diferentes bloques (como aún hago a día de hoy, a veces, ya que no he podido tener una vida normal como toca) vimos anuncios mi ex mejor amiga y yo de donación de sangre, y entonces, fuimos a probar. Como estábamos más grandes que las modelos con las que salían los ex novios, pues al menos pensé en una buena causa. El problema es que una tenía anemia y yo, la tensión baja, y no fue posible. Y 63 kilos, pero en mi caso, inservible. Pero nos dieron coca cola.
Luego volví, ya en 2003, cuando ya estaba yo mi cuerpo más bonito de modelo pero abandonada por otro ex novio porque ya no era tan guapa, imagino, porque se fue con la primera de su grupo que le flirteó. Y creo que lo mismo: no pude donar, pero gracias, y la verdad, me sentí mal. Como soy de tensión baja, y casi no abuso de cafeína, lo mismo.
Pero por fin, en 2019, casi 20 años (como con el Catalán), sin novio, casi sin dinero, y en plena forma física, fue posible. Era primavera, y por fin, con 50 kilos, doné. Y en octubre, tras el viaje a Francia, lo mismo. 50 kilos, pero potente, tras un tratamiento de anemia. Y doné. Luego, ya en 2020, lo dejé en 1 vez al año: ¡ hasta la doctora me riñó! Porque es cierto que me quedo anémica... Pero me trató, aunque lo del estreñimiento es horrible, y más con los trabajos, donde muchas veces, no he podido ir al baño cuando tocaba...
Y estamos en 2024. Es enero, y triste por la perdida de un trabajo de mi gusto, y de emocionada por un grupo de personas egocéntricas y narcisistas, más de emocionada en el amor, lo mismo. Está vez, peso 50 kgs, pero casi 49, sólo que de anémica nada, y la tensión, a 8. Que suba de peso, que es lo suyo. Me disgusta. Estaba perfecta, me bastaba una coca cola light. Pero vuelvo tres meses después, y peor. He subido de peso, pero no basta, y a mí no me apetece. Pregunto. "Es la nueva normativa". Y salgo triste.
Pero llega septiembre, con 52 kilos que se notan, ya que aunque sean 3 se nota y más quién es o era activa y deportista de gimnasio y caminadora, además de cultural e intelectual a su manera, y... ¡Sí, es posible! Está vez sí, y lo celebramos todos los de allí. Y claro, que mejor más grande, pero yo sólo pienso en quitarme lo que me molesta, ya que la nueva población grande y con obesidad concibe a lo/as delgado/as como anorexia, sin ser siempre así, y decido que ya subiré cuando toque ir, pero, como es una vez al año, hasta que me quede embarazada, y luego tras ello, pues así será. O quizás esporDicamente, por la bajada de hierro...
Y cuando acaba, de vuelta a los 49 kgs. Que se está mejor.
Comentarios
Publicar un comentario